Sus arcadas y bóvedas son del siglo XIV y fue construido cuando el mar llegaba hasta la misma calle para que los pescadores dejaran sus barcas ahí.

En la Barcelona de los gremios (siglos XVI al XVIII), se utilizó como el lugar donde se secaba el esparto. Todavía se pueden apreciar las argollas donde lo colgaban para secarlo.

Posteriormente fue un almacén del cercano mercado del Born, para convertirse muchos años más tarde, en El Zócalo, aquel añorado rincón de los setenta que, junto con Zeleste, fue uno de los primeros bares de copas de Barcelona.

Llegamos al año 1986, cuando Elena, Nuria y Carmen, se pusieron al frente de esta casa, consiguiendo un buen número de incondicionales clientes.

Actualmente el Born es el barrio con más movimiento cultural, artístico y nocturno de Barcelona.