Cómo gestionar el dinero en pareja de forma conjunta

Combinar finanzas con nuestra pareja es una gran decisión que nos permite mejorar nuestro rendimiento económico. Sin embargo, conviene tener en cuenta ciertas pautas para prevenir desacuerdos y mejorar el rendimiento de la economía conjunta: por ejemplo, emplear una cuenta compartida para reducir costos.

Por qué resulta tan conveniente gestionar el dinero de forma conjunta

Las personas que están en pareja comprenden muy bien que la unión hace a la fuerza: el apoyo mutuo y la construcción de una relación con base en fines comunes, resulta favorable para ambas partes. En este sentido, la economía es uno de los aspectos que más se beneficia de una relación estable.

Por lo tanto, en la mayoría de los casos en los que ambas partes disponen de un ingreso propio, se reducen significativamente los costos y se incrementa el rendimiento del ingreso. Al mismo tiempo, se dispone de mayor capacidad financiera para construir a futuro; solicitar un préstamo hipotecario, comenzar un negocio, formar una familia —entre muchas otras opciones—.

De esta manera, se puede gestionar el dinero de forma conjunta sin inconvenientes: existen múltiples servicios bancarios que resultan muy versátiles para administrar el dinero y obtener beneficios de distinto tipo. Uno de los más convenientes por su flexibilidad y costo es la cuenta sin comisiones, perfecta para distribuir el ingreso.

Cuenta conjunta para parejas

Dependerá de los intereses y circunstancias de cada pareja determinar qué método de gestión resulta más conveniente. Sin embargo, lo más recomendable es un modelo mixto mediante el cual se empleen distintas cuentas para mantener una gestión conjunta y eficaz.

Plantear objetivos comunes e individuales

En cualquier relación de pareja, se busca el crecimiento conjunto. Justamente por ello, lo primero que se debe plantear para establecer una gestión eficaz del dinero es el propósito que se le va a dar: comprar una casa, invertir en remodelarla, ahorrar o incluso establecer un fondo de inversión.

Resulta fundamental establecer dichos objetivos a cortomediano y largo plazo de manera clara y sincera para evitar eventuales desacuerdos. Asimismo, no deben descuidarse los intereses individuales: los objetivos conjuntos deben alinearse con los objetivos individuales y los esfuerzos económicos que estos puedan representar.

Confeccionar un presupuesto

El siguiente paso consiste en confeccionar un presupuesto acorde a los objetivos comunes e individuales planteados. Si estos últimos fueron establecidos de manera fehaciente, debería resultar suficientemente sencillo establecer prioridades y distribuir el ingreso para perseguirlos de la manera más eficiente.

Por supuesto, el presupuesto debe comprender todos aquellos gastos corrientes y pago de servicios, deudas, pagos diferidos y otras áreas a las que se dedica parte del ingreso mensual. Existen varias formas de hacer esto, entre las que destacan:

  • Un fondo común donde se pagan los gastos mediante una única cuenta de gastos comunes, servicios, alquiler, deudas, pagos diferidos, etc. En caso ideal, cada integrante aportará la mitad del capital necesario
  • Un fondo distribuido en que se reparten las obligaciones de manera equitativa. En caso de haber una diferencia muy amplia entre los ingresos, lo más recomendable es realizar una distribución proporcional al salario de cada integrante.

Método de administración del dinero

La administración del dinero puede realizarse de manera individualconjunta o mixta:

  • En el primer caso, cada integrante se ocupa de ciertos gastos y mantiene una cuenta propia.
  • En el segundo caso, ambos integrantes combinan su ingreso individual en una cuenta conjunta.
  • En el tercer caso, se mantiene una cuenta conjunta para gastos comunes, mientras cada integrante dispone de su propia cuenta para utilizar su ingreso a discreción propia —y puede sumarse otra cuenta para constituir un fondo de emergencia, ahorro, o cualquier otro propósito particular—.

Decidir qué modelo resulta más conveniente dependerá del ingresolos gastos y las necesidades de cada pareja. Sin embargo, en lo que a servicios bancarios se refiere, existen muchas alternativas y beneficios de una cuenta compartida: mayor financiación, menos intereses, acceso a beneficios y programas de ahorro, entre muchos otros.

Cuentas individuales

Este método resulta muy común para parejas nuevas, por lo general cuando no se han tomado decisiones respecto a la gestión conjunta del dinero. Y si bien este puede mantenerse y resultar eficaz, a largo plazo suele constituir una pesadilla logística, en tanto se duplica la cantidad de operaciones necesarias para la gestión de la economía doméstica.

Cuenta conjunta

Los beneficios de una cuenta compartida son evidentes, los bancos recompensan la vinculación y el depósito de una suma mayor en una única cuenta. Esto, además, resulta muy conveniente desde el punto de vista de la gestión: no es necesario realizar movimientos y transferencias entre cuentas para cubrir gastos o disponer del dinero.

Sin embargo, esto puede traer inconvenientes cuando una persona hace uso unilateralmente del dinero. Por lo tanto, requiere seriedad y compromiso por ambas partes.

Modelo mixto

El modelo mixto es uno de los más recomendados para parejas por su versatilidad y flexibilidad a la hora organizar la gestión conjunta del dinero y ofrecer suficiente libertad individual. En efecto, consiste en utilizar una cuenta conjunta para los gastos comunes y servicios (electricidad, agua, internet, etc.), a la vez que se dispone de cuentas individuales para gastos de cada integrante —las cuentas online son muy útiles en este sentido—. Esto permite estratificar mejor el ingreso sin complicar la gestión económica compartida.

Fondo de emergencia

Si bien la administración del dinero resulta fundamental, conviene disponer de un fondo de emergencia para situaciones imprevistas y gastos urgentes. No necesariamente debe constituirse como un ahorro, sino más bien como un monto limitado que sea suficiente para cubrir gastos de envergadura.

De ser posible, establecer un fondo de alrededor del 75 % del ingreso mensual es lo más recomendable —aunque cualquier porcentaje del que se pueda disponer será conveniente—. Dicho monto debe mantenerse disponible y, si se incurre en algún gasto, debe reponerse el dinero faltante para mantener su rendimiento.

Jubilación y retiro

Si todo sale bien, la idea es envejecer con nuestra pareja. Por lo tanto, es necesario pensar en un plan de retiro que nos permita mantener nuestra calidad de vida cuando nos jubilemos. Por supuesto, esto dependerá de la capacidad económica de la pareja y sus circunstancias, pero es algo que debe plantearse lo antes posible.

Existen muchas opciones en el mercado que pueden resultar accesibles y lucrativas: desde los fondos de inversión e instrumentos bursátiles, hasta los planes de ahorro y la inversión en el mercado inmobiliario, por nombrar solo algunas, son viables y muy recomendables.

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