La implantación del teletrabajo entre las empresas españolas era muy pequeña antes de la crisis del COVID-19, los últimos datos del año pasado arrojaban una cifra del 8,4% de empleados que utilizaban esta modalidad de trabajo. Además, buena parte de ellos lo hacía ocasionalmente o solo algunos días a la semana.
Según un estudio del Banco de España, hasta el 30% de los puestos de trabajo en nuestro país podrían llegar a realizarse a distancia, una cifra que solo hemos alcanzado ahora, obligados por la pandemia y el consiguiente confinamiento.
Los datos de España nos colocaban a la cola de la UE, ocupando el puesto 19 del total de 28 países que la forman. Estábamos lejos de la media europea (13,5%), de los países más grandes (Alemania 11,6% / Francia 20,8%) y muy lejos de los países del norte, como Holanda (38,4%) o Suecia (33,1%).
En otro artículo vimos las mejores herramientas para el teletrabajo y explicábamos también que un elevado porcentaje de trabajadores querría poder optar por este tipo de trabajo y que cada vez había más empresarios que lo veían con buenos ojos.
Siguiendo con el estudio del Banco de España, estos son los sectores que más y mejor podrían adaptarse al trabajo remoto: servicios financieros y de seguros, actividades relacionadas con la información y las telecomunicaciones, los servicios inmobiliarios, los del transporte y el almacenamiento o los del suministro de energía. Todos estos podrían tener entre un 40 y un 65% de empleados teletrabajando.
Obviamente, algunos tipos de empresas no pueden plantearse esta opción, como aquellas en las que el trabajo físico es indispensable. Sin embargo, como hemos visto, en España hay un amplio margen de mejora en este sentido.
A raíz de la situación actual a causa del coronavirus, nos encontramos en el momento ideal para dar un fuerte impulso al teletrabajo en España. Muchos empresarios españoles eran reacios a esta modalidad de trabajo, muchas veces por desconocimiento o por miedos infundados. Ahora son muchos los que han visto que es una opción viable que, además, cuenta con muchas ventajas.
Como sabéis, en Grupo LasGuías hablamos a diario con muchos empresarios y autónomos y hemos notado un creciente interés por el teletrabajo. Por poner un ejemplo real (sin dar datos reales lógicamente) es muy llamativo el caso de un empresario con oficinas en una de las zonas más caras de la ciudad de Barcelona.
Este empresario tenía alquilados 200m² de oficinas y antes de la pandemia estaba mirando de ampliarlo a un total de 300m². Teniendo en cuenta que el precio medio de las oficinas en las mejores zonas de Barcelona es de 27€/m²/mes, estaríamos hablando de un total de 8.100€ mensuales.
Pues bien, al darse cuenta ahora de que el 90% de sus trabajadores puede realizar sus labores perfectamente desde casa, ha decidido que todos estos empleados continuarán teletrabajando y la ampliación prevista de la superficie de las oficinas se ha convertido en una reducción, para un total de 90m².
Este empresario ha pasado a pagar solamente 2.430€/mes por su espacio de oficina, por los 8.100€ que hubiese pagado de haber llevado a cabo la ampliación prevista. Un ahorro de 5.670€. ¡Al mes!
Y aquí no estamos incluyendo otros gastos asociados, como electricidad, agua, calefacción/refrigeración, limpieza, etc…
El teletrabajo tiene otras ventajas: los empleados, normalmente, están más contentos y aumenta la productividad. Al disminuir los desplazamientos en vehículos privados, reducimos la contaminación en nuestras ciudades y los trabajadores ahorran dinero en gasolina.
Y recordemos que siempre podemos hacer reuniones presenciales de vez en cuando si es necesario o no le acaban de gustar las videoconferencias. Si algo bueno puede salir de esta terrible crisis que nos ha traído el COVID-19, quizás sea que en el futuro tendremos empresas más eficientes y más rentables, empleados y empresarios más felices y menos contaminación en nuestras calles.